Ascendiendo hacia la legalización

A través de una comparación con países que han legalizados la marihuana, este estudiante nos expone mayores argumentos para pensar que es mejor tener el mercado de esta planta controlado a través del Estado, que dejándola en manos de los mercados negros.
Por: David Espinel. Estudiante de segundo semestre de Ingeniería Química. ds.espinel@uniandes.edu.co
La visión nociva que se tiene con respecto a la marihuana es muy joven pero aun así, ha transformado la manera en la que las personas perciben el uso de esta planta, convirtiéndola en una temática muy controversial de nuestra época. Es un hecho que la planta del Cannabis ha sido utilizada por los seres humanos desde hace más de 3000 años como tratamiento medicinal, espiritual y recreativo, pero fue hasta 1961 que su política sufrió un gran cambio, las Naciones Unidas la declararon como estupefaciente con propiedades peligrosas, llegando a la conclusión que su uso debería ser prohibido y que esta decisión sería la más inteligente. Con el transcurso del tiempo y el surgimiento de un mercado negro mundial, varios países mostraron su desagrado por medio de cambios a su esfera penal, haciendo una política cada vez más flexible, llegando hasta el caso de un mercado completamente regulado y legal como el que usa Uruguay. Las políticas prohibitivas en contra de la marihuana que se han venido implementando por más de 40 años no han mostrado tener un impacto sostenido en la reducción del mercado. Por el contrario, han traído consecuencias a la salud pública y a la sociedad, por lo que es hora de orientar las políticas hacia el camino de la legalización, la cual cada vez más tiene razones de su lado.
Generalmente, la prohibición de un producto con demanda, genera el surgimiento de grupos criminales para una red de distribución y venta ilegal. La prohibición del alcohol en Estados Unidos dada por la enmienda número 18 de 1919 generó la creación de los speakeasy, establecimientos que, bajo el control de la mafia, vendían bebidas alcohólicas ilegalmente. Al legalizar la marihuana, se está trasladando lo que viene siendo 100% mercado ilegal, a un marco legal controlado. En Julio de 2014, la División de Ejecución de Marihuana del Departamento de Ingresos de Colorado publicó un análisis de mercado[1] que mostraba la oferta y la demanda de la marihuana desde su legalización, aunque se necesite más tiempo para mostrar resultados correctos, hasta ahora, todo va por el camino correcto. Adam Orens, uno de los directores del estudio, durante una entrevista con el periódico en línea “The Huffington Post” dijo que el mercado negro abasteció solamente el 5.7% del total de marihuana consumida[2], un gran avance que además de sacar el mercado de las manos criminales, generó 10,000 trabajos en torno a este nuevo mercado[3].
Al legalizar el Cannabis, el gobierno ahorra la mayor parte del dinero destinado para combatirlo y además, se abren las puertas de un nuevo mercado que le genera ingresos por recaudación de impuestos. Jeffrey Miron, economista de la universidad de Harvard, publicó un reporte donde estimó que el gobierno estadounidense ahorraría 7.7 billones de dólares por año de gastos en ejecución de la prohibición, y recaudaría 2.4 billones anuales si la marihuana fuera gravada como todos los demás bienes, ó 6.2 billones si fuera gravada como el alcohol o el tabaco[4]. En enero del 2014 el estado de Colorado legalizó el uso recreativo del Cannabis, y en el último año fiscal (julio 1o de 2014 hasta junio 30 del 2015) el departamento de ingresos de Colorado comunicó que se recogieron 70 millones de dólares por recaudación de impuestos de venta de marihuana, casi el doble de los 42 millones recaudados por los impuestos sobre el alcohol[5]. Adicionalmente, parte de estos ingresos generados van al fondo educativo del estado.
La legalización asegura un producto sano, y garantiza una protección al consumidor. Cuando se está comprando Cannabis de un mercado negro, no se puede asegurar su calidad, ni se sabe su potencia, mientras que al legalizar y regular su venta, es un deber del estado garantizar que la marihuana que se está vendiendo cumpla con estándares de calidad que permitan un sano consumo. Aunque todavía no se haya investigado mucho acerca de la dosificación ni de las mejores maneras para tratar los cultivos, el estado de Washington, que legalizó la marihuana para uso recreativo, exige una aprobación de laboratorio y una etiqueta que contenga la potencia del producto. Existen 12 laboratorios licenciados en el estado que clasifican y autorizan el producto para los distribuidores[6], garantizando un producto que mejora sustancialmente la seguridad de los consumidores. Martin Jelsma, director del Programa de Democracia y Drogas del Transnational Institute y asesor de Uruguay, en una entrevista con el periódico español “El Diario” afirmó que “regular el mercado del Cannabis no significa facilitar el acceso,” y para defender su idea dio el ejemplo de los coffee shops holandeses, país que bajo una política de regulación, no ha registrado un consumo mayor a la de sus países vecinos como Inglaterra o Francia[7]. Adicionalmente, Jelsma enunció que al legalizar o regular, se está restringiendo el uso a mayores de edad, algo que es imposible en un modelo prohibitivo[7], “a un vendedor en la calle no le puedes imponer que no venda a menores de edad.” Finalmente, afirmó que al legalizar o regular, se está haciendo una separación de mercados[7], “si al consumidor de Cannabis lo canalizas a través del Estado, deja de tener con otras sustancias” estas sustancias siendo denominadas drogas duras, como la heroína.
Dependiendo de la forma de cultivo, semilla, y otros factores, el contenido de cannabinoides varía. Las plantas con alto contenido de THC usualmente son las destinadas para uso recreativo, mientras que las plantas con alto contenido de CBD y afines, son utilizadas para fines médicos. Mohamed Ben Amar, en su análisis del potencial terapéutico de la marihuana, concluyó que los últimos 15 años de investigación a los mecanismos de acción de esta planta han “revivido” un interés en sus beneficios médicos, y aunque necesiten una investigación más a fondo, son varios los que se pueden aplicar[8]. Su uso tiene un efecto antiemético, es decir, previenen el vómito o la náusea, esta propiedad se está aprovechando para tratar cetosis y los efectos secundarios de la quimioterapia. La marihuana medicinal trae un beneficio analgésico, disuadiendo el dolor percibido, también puede ser usada para tratar la esclerosis múltiple, enfermedad a la que no se ha descubierto una cura. El síndrome de Tourette es uno de los peores trastornos neuropsiquiátricos, donde la persona sufre de tics incontrolables que varían desde golpes y olfateo, hasta la exclamación de palabras obscenas, pero el uso de marihuana ayuda a controlar la cantidad de ataques. De igual manera, esta propiedad de la planta se ve aplicada en pacientes con epilepsia. Finalmente, esta planta es usada para tratar la glaucoma, reduciendo la presión interna del ojo, impidiendo que se genere la pérdida progresiva de fibras del nervio óptico.
Los modelos de legalización regulada que se han venido implementando recientemente han demostrado solucionar muchas de las problemáticas que la prohibición no pudo solucionar. La reducción del mercado negro, generación de ingresos, protección al consumidor y uso médico, son los beneficios más relevantes. Por ahora se han traído beneficios remarcables, razones suficientes para que tanto las personas, como las leyes, replanteen su manera de ver la marihuana y juzguen de nuevo los criterios de su trato.
Referencias:
[1] e Marijuana Policy Group, “Market Size and Demand For Marijuana In Colora- do”, Colorado Department of Revenue, 2014. [En línea]. Disponible en: h ps://www. colorado.gov/pacific/sites/default/files/Market%20Size%20and%20Demand%20 Study,%20July%209,%202014%5B1%5D.pdf[2] M. Ferner, “Colorado’s Marijuana Black Market Is More Complicated an It Looks”, e Hu ngton Post, 2014. [En línea]. Disponible en: h p://www.hu ngtonpost. com/2014/08/13/colorado-marijuana-black-market_n_5669302.html
[3] G. Lopez, “Legal Marijuana Created ousands of Jobs in Colorado”, Vox, 2014. [En línea]. Disponible en: h p://www.vox.com/2014/5/20/5734394/legal-marijuana- created-thousands-of-jobs-in-colorado.
[4] J. Miron, “ e Budgetary Implications of Marijuana Prohibition”, Cambridge, MA, 2005.
[5] T. Basu, “Colorado Raised More Tax Revenue From Marijuana an From Alcohol”, Time, 2015. [En línea]. Disponible en: h p://time.com/4037604/colorado-marijuana- tax-revenue/
[6] M. Faulk, “Yakima Marijuana Lab Stresses Quality Control”, Washington Times, 2015. [En línea]. Disponible en: http://www.washingtontimes.com/news/2015/ jan/26/yakima-marijuana-lab-stresses-quality-control/?page=all
[7] P. Rodríguez, “Martin Jelsma: “Regular el mercado del cannabis no signi ca faci- litar el acceso””, eldiario.es, 2014. [En línea]. Disponible en: h p://www.eldiario.es/ catalunya/Martin-Jelsman-Regular-signi ca-facilitar_0_284871777.html
[8] M. Ben Amar, “Cannabinoids in medicine: A review of their therapeutic potential”, Journal of Ethnopharmacology, vol. 105, no. 1-2, p. 1-25, 2006.
[9] O cina de publicaciones del gobierno estadounidense (GPO), “Denial of petition”, Federal Registry, vol.66, no. 75, 2011. [En línea]. Disponible en: h p://www.gpo.gov/ fdsys/pkg/FR-2001-04-18/html/01-9306.htm
[10] Instituto nacional del abuso de drogas, “¿Es la marihuana un medicamento?”, 2015. [En línea]. Disponible en: h ps://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/drugfacts/ es-la-marihuana-un-medicamento
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