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Iván Cepeda

En esta ocasión el senador Iván Cepeda responde las cinco preguntas de Al Derecho acerca de su rol como congresista, como defensor de los derechos humanos, y como facilitador de los diálogos del Proceso de Paz. También da su opinión respecto a temas de actualidad.

Por: Javier Felipe Pachón Velasco. Estudiante de cuarto semestre de Derecho y Gobierno y Asuntos Públicos y miembro del Consejo Editorial. jv.pachon@uniandes.edu.co

1. ¿Qué sensaciones deja la salida de Clara López del Polo Democrático?

Iván Cepeda: Yo creo que en toda formación política es normal que haya diferencias frente a ciertos contextos, y luego de muchos años de trabajo en el Polo, la Doctora Clara López tomó una decisión: la de buscar una perspectiva política diferente por fuera del Polo, que es una decisión respetable. Yo espero que en el futuro haya las posibilidades de convergencia con un amplio espectro de fuerzas políticas que quieren un cambio social, que quieren la paz del país y yo espero que ahí nos reencontremos con Clara. La decisión se tomó en un momento en el cual ella asumió la perspectiva de entrar al Gobierno y ejercer el Ministerio de Trabajo y desde ese horizonte vinieron una serie de discusiones que motivaron la decisión de la cual estamos hablando.

2. A su modo de ver, ¿cuál ha sido el mayor obstáculo para la paz de Colombia y cómo podemos superarlo?

IC: El asunto es que la paz, la consolidación de la paz, no depende simplemente, como se ha querido decir, de que desaparezcan las organizaciones armadas insurgentes y en que se termine con la espiral de violencia mediante los ceses de hostilidades: el acabar con el uso de armas por fuera del monopolio de la fuerza en cabeza del Estado. Para que se acaben el conflicto armado y las violencias en Colombia, que son de múltiple naturaleza, es necesario producir cambios profundos en la estructura social, política y económica del país, y ese proceso se está comenzando a dar con los Acuerdos de Paz que se discutieron en La Habana, también con la implementación de esos acuerdos. Pero aquí existen, por supuesto, fuerzas de élite, sectores muy poderosos, que quieren evitar esos cambios porque les conviene que continúe la guerra, porque esa guerra está sustentada sobre una serie de negocios y de prebendas y premisas que contribuyen a que esa concentración del poder y ese desarrollo de la inequidad social y de la falta de democracia se perpetúen. Así que es necesaria una reforma agraria integral, una reforma al sistema político, una democratización del acceso al poder político, de la posibilidad de la participación en las decisiones de la sociedad por parte de muchos sectores que han sido excluidos, en reparar a las víctimas de este conflicto de una manera adecuada y en la posibilidad de que los que viven o han vivido de la guerra pierdan el poder de determinar el destino de los colombianos.

3. ¿Cómo es su relación con los dirigentes de las FARC? ¿Qué tan frecuente es su contacto con ellos? ¿En algún momento quizá podría considerarlos aliados políticos?

IC: Yo he cumplido en estos años un rol de facilitador de los diálogos entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC. Durante los años del diálogo en La Habana fui múltiples veces allá para ayudar en el avance de esas conversaciones, a resolver también problemas y crisis que se presentaron, y he cumplido un rol desde el Congreso en ese sentido también y lo sigo cumpliendo en este proceso de desarrollo de la implementación de los Acuerdos. También soy facilitador en los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional y he cumplido tareas para hacer que esos diálogos avancen. Así que desde esa perspectiva he tenido un contacto permanente con quienes lideran las FARC y también el ELN, y en esta última etapa con las bases de esas organizaciones puesto que he hecho muchas visitas a las zonas veredales y a las cárceles del país buscando que la paz se consolide. Creo que esa es una labor fundamental y yo diría que siento orgullo de haber contribuido de manera sustancial a la propia.

4. Como vocero oficial del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, ¿Cuál es su mensaje para futuros abogados que quieran dedicarse al litigio en materia de Derechos Humanos? ¿Cómo ha sido su experiencia en este campo y cuáles son los retos más grandes que ha tenido?

IC: Debo aclarar que desde el momento en el que me convertí en congresista tuve que dejar la vocería del Movimiento de Víctimas a pesar de que sigo haciendo parte del Movimiento y eso por una razón muy sencilla puesto que no puedo al mismo tiempo ejercer funciones políticas en el Congreso y representar a una organización social que es muy importante, que es el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado. Hay muchas otras personas que lideran hoy y ejercen esa vocería. Pero mi condición de congresista no riñe ni ha terminado con mi función como defensor de Derechos Humanos. Tengo una vasta experiencia en ese campo, de más de dos décadas, he acompañado muchos procesos de organización de las víctimas, de impulso de procesos de litigio, de debate público de movilización social de reclamo de derechos y en el Congreso también de legislación a favor de los derechos de las víctimas. Y creo que es fundamental que los jóvenes que están hoy en día cursando estudios en Derecho le den un aporte sustancial a esta causa, que es una de las fundamentales en la vida de este país que ha sido azotado por la violencia, en la cual hay millones de personas que han sufrido los estragos de la violencia y de los crímenes de lesa humanidad. Así que creo que es una vocación y una dedicación muy ética, muy honrosa, el que alguien se pueda dedicar a esa clase de labores, sea desde el punto de vista del litigio, del acompañamiento legal y jurídico de las víctimas, del esclarecimiento de millones de hechos criminales que se han perpetuado en la sociedad colombiana, ponerse del lado de quienes requieren hoy que sus derechos sean validados y cumplidos en debida forma por el deber judicial o por la jurisprudencia constitucional, por ejemplo. Así que recomiendo de una manera muy clara este tipo de orientación profesional.

5. ¿Cuál es su posición respecto a la situación actual de la revocatoria del alcalde Peñalosa?

IC: Yo creo que en Bogotá en los últimos años se han producido unos cambios que fueron muy favorables. Me parece que la administración de Gustavo Petro desarrolló políticas que pueden ser controvertidas y en algunos casos criticadas, pero que sin lugar a dudas tenían la orientación fundamental de acabar con la inmensa desigualdad social que hay en Bogotá, de favorecer programas sociales en el campo de la salud, de la alimentación, del acceso al agua, de mantener y fortalecer el carácter público de las empresas que brindan servicios esenciales para los ciudadanos, de proteger las reservas ecológicas que todavía quedan en Bogotá y hemos tenido con el actual alcalde Peñalosa una franca involución en ese sentido. Peñalosa ha desarrollado políticas nefastas: de privatización de empresas públicas como es el caso de la empresa de teléfonos de Bogotá, de acabar o intentar acabar con las reservas naturales como es su posición frente a la reserva ecológica van der Hammen, de intentar cerrarle los espacios a las políticas sociales que benefician a los sectores más pobres y, por el contrario, darle toda la prioridad a la agenda de los empresarios y de los grandes negocios de la ciudad, de reprimir sin ninguna clase de miramientos la protesta social que provocan estas políticas y frente a ese tipo de acciones arbitrarias y desastrosas, pues la ciudadanía ha reaccionado y ha ejercido su legítimo derecho a pedir que se revoque ese mandato. Entonces, ahora lo que corresponde, luego de que cientos de miles de ciudadanos firmaron la solicitud de revocatoria, es que las autoridades electorales, sin ninguna clase de trabas, sin ponerle obstáculos a esa decisión o a la toma de esa decisión, pongan una fecha para que se realice en las urnas la decisión de la convocatoria, y yo invito a los ciudadanos de Bogotá a que hagan valer su derecho. Ese no es ninguna clase de regalo o de concesión generosa del poder electoral, sino que es el derecho de los ciudadanos a tomar decisiones y creo que se está en toda la legitimidad para llamar a un proceso de revocatoria en las urnas de la actual administración.

 

Imagen obtenida de: http://www.ehbildu.eus

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