Xi Jinping y el nuevo papel de China en el mundo

Lo que muchos han llamado “el renacer del gigante asiático”, no es más que los resultados de un proyecto político y económico que se ha venido desarrollando durante años. Este texto le da una mirada a la política exterior de este país y nos muestra el modelo del éxito de su actual gobierno.
Por: Damaris Paola Rozo López, estudiante de octavo semestre de Ciencia Política y séptimo semestre de Lenguajes y Estudios Socioculturales. dp.rozo28@uniandes.edu.co
El sueño chino es ahora una realidad cercana para el presidente de la República Popular China (RPCh) Xi Jinping y el Partido Comunista Chino (PCCh). Esta propuesta actualmente tiene inquietos a varios países de occidente, pues China ha ido configurando un rol cada vez más influyente a nivel internacional. Además, el vacío de poder que Estados Unidos ha dejado en el ámbito internacional motiva aún más a que China quiera llenar ese espacio. Adicionalmente, no es un secreto que China está teniendo más injerencia económica y política en América Latina y varios países de África. Y para acabar de agudizar la preocupación de Occidente, Xi Jinping busca quedarse de forma permanente en el poder como gobernador de la RPCh para lograr el proyecto del PCCh de volver a China grande otra vez. Para comprender este proyecto una de las dimensiones que se debe considerar es la política exterior china, ya que permite entender el desarrollo económico y político a nivel internacional de este país.
Las bases de la política exterior china tienen su origen con Mao Zedong, así como la idea de convertir a China en un país fuerte tanto a nivel nacional como internacional. Con la llegada de Mao y del PCCh se produjo un período de alineación con la Unión Soviética denominado lean to one side. Esto generó una respuesta inmediata por parte de Estados Unidos en la cual no se reconocío a la RPCh en la ONU, lo que debilitó económicamente al país y lo aisló de gran parte del mundo. Estas condiciones de aislamiento y subordinación a la Unión Soviética impactaron en la relación bilateral entre China y la URSS, que duró hasta finales de los años 50. Con el rompimiento de la relación sino-soviética, Mao comenzó a desarrollar la idea de un “Socialismo Chino” que acelerara el avance de la economía nacional con el fin de que China se reposicionar en el mundo como un país socialista fuerte.
Este fundamento ideológico ligaba estrechamente los asuntos e intereses nacionales con la política exterior china, por lo que Mao decidió que dos de los principios de la política exterior, en medio de la Guerra Fría, fueran que la RPCh: 1) debía ser un país analista de los cambios en el equilibrio de poder entre las dos potencias; y 2) debía ser promotora de la alianza entre los países del tercer mundo para lograr la conformación de un tercer poder. Este acercamiento permitió identificar que en la Era Mao la política exterior china tenía fuertes bases ideológicas, pues era fundamental que China se acercara a países en condiciones similares y con afinidades políticas parecidas para entablar relaciones bilaterales.
Con Deng Xiaoping se crearon nuevos principios de la política exterior china y se afianzaron algunos de los principios creados en la Era Mao. A partir de las lecciones aprendidas con Mao, Deng Xiaoping decidió continuar la estrategia de política exterior con una visión más pragmática, ya que subordinó el plano ideológico y priorizó el económico. Desde entonces se dio un proceso de apertura económica de China enfocado en la modernización del país y en el nacionalismo chino para recuperar los territorios perdidos años atrás. A estos lineamientos se le adicionaron unos cuantos más después del desafortunado evento de Tian’anmen, que generó un impacto negativo en las relaciones de China con el mundo. A partir de este evento Deng renombró su estrategia de política exterior como “la estrategia de los 28 caracteres de Deng Xiaoping”, en la que se fortaleció la apertura económica y se estableció la importancia de observar con calma, asegurar una fuerte posición de China, hacer frente a los asuntos con tranquilidad, ocultar las capacidades y esperar el momento oportuno, mantener un perfil bajo, nunca liderar la reivindicación y, llevar a cabo operaciones de carácter modesto.
Estos principios de la política exterior china tuvieron continuidad durante la presidencia de Jiang Zemin (1993-2003). Sin embargo, este gobernante desarrolló una estrategia de política exterior que, además de mantener la apertura, económica del país, enfrentó la idea global de China como amenaza y promovió una imagen internacional del país como proveedor de estabilidad global. Esta proyección de política exterior fue adoptada por Hu Jintao (2003-2013) debido a que fortaleció las giras internacionales con países europeos, Estados Unidos, América Latina y África. A pesar de la continuidad en algunos aspectos, Hu adicionó, como uno de los puntos importantes de la política exterior china, la idea de “una sociedad armoniosa” en la que se debe propender por equilibrar la relación entre naturaleza y ser humano. Esta idea de armonía fundamentó el inicio de la preocupación e iniciativa China en temas de medio ambiente y cambio climático a nivel global.
Con la presidencia de Xi Jinping desde el 2013 la política exterior china ha dado un gran viraje. En el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista Chino, Xi Jinping introdujo la “diplomacia de gran potencia con características chinas”. Esta nueva estrategia de política exterior implica el reconocimiento de China como una gran potencia y su disposición a asumir las responsabilidades que éste rol demanda —reto que se contrapone a una China con perfil bajo—. Además de esta nueva perspectiva de política exterior, Xi Jinping desarrolló el “nuevo modelo de relaciones entre grandes potencias” que propone un relacionamiento internacional sin confrontaciones basado en alianzas entre potencias que reconocen a China como una de ellas y entre las que se respeta la soberanía, la integridad territorial y la seguridad. Este modelo representa un cambio de eslogan en donde el tao guang yang hui («esperar la hora propicia y concentrarnos en construirnos a nosotros mismos») propuesto por Deng Xiaoping pasó a ser fen fa you wei («esforzarse por el éxito») en la era de Xi Jinping. La reafirmación de estas propuestas para la política exterior china se llevó a cabo en el XIX Congreso Nacional del PCCH, en el cual Xi Jinping afirmó guiar su política exterior en la consecución de la hegemonía China a nivel mundial.
En conclusión, la política exterior china ha sido un proyecto nacional del PCCh que ha tenido como objetivo central volver a China grande otra vez. Desde Mao Zedong hasta Xi Jinping el ideal de “el sueño chino” ha estado presente. Sin embargo, nunca antes los avances que se habían tenido en política exterior habían permitido pensar en la consolidación de la Gran China. Con un contexto favorable para Xi Jinping en el que su poder y carisma lo han dejado como presidente indefinido de la RPCh, China ha logrado ser la segunda potencia económica mundial —asunto que para el 2020 se pronostica que cambiará, ya que la tendencia es que China se convierta en la primera economía mundial— y la hegemonía de Estados Unidos parece debilitarse aun más con la presidencia de Trump, es posible entender que Xi perfile un rol internacional de China más activo, con miras a la hegemonía mundial.
Imagen: JOHANNES EISELE/AFP/Getty Images
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