La educación superior en Colombia: entre la guerra, el gobierno y el derecho

Por: Daniel Alejandro Lopera. Estudiante de octavo semestre de Ciencia Política. da.lopera10@uniandes.edu.co.
Desde sus inicios hasta la actualidad, la educación superior en Colombia ha estado permeada por diferentes factores tanto políticos como sociales y culturales, que han llevado las riendas de la nación y han dirigido la agenda de la educación en distintos temas específicos.
Por su parte, el siglo XX estuvo marcado por un sinnúmero de continuismos y cambios que afectaron la educación superior en el país como lo fueron: las luchas partidistas por el poder; los períodos de violencia y guerras civiles; la influencia de la Iglesia Católica y del Estado en la agenda del país al establecer prioridades específicas según el grupo político que se encontrara en el poder.
Gracias a esto y a la politización de la educación, fue imposible la realización de proyectos educativos serios que duraran más allá de un período electoral. Así que, con el fin de solventar estos problemas, se planteó la realización de la Constitución de 1991, en la cual la educación se convertiría en un derecho obligatorio, se establecería la libertad de enseñanza y se generaría la descentralización administrativa de los recursos a nivel nacional para financiar la educación (Banco de la República, 2014).
Dado el panorama de Violencia que azotaba al país hace algunos años, la priorización de los recursos se centró en temas relacionados con la guerra y el poder militar, rezagando temas vitales como la educación. Adicionalmente, la educación siempre experimentó una carencia de recursos fiscales evidente, lo cual influyó en los problemas de calidad y baja cobertura de la misma.
Es por ello que, para solucionar esta problemática, se ha financiado la educación superior a través de algunos organismos internacionales como las Agencia para el Desarrollo Internacional (AID) y las fundaciones Ford, Kellog y Rockefeller (Banco de la República, 2014).
Ahora bien, la educación superior hace referencia al tercer nivel o etapa de escolarización en Colombia después de la educación básica (cinco grados de primaria y cuatro de secundaria) y la media (dos grados). Está compuesta por el pregrado, que se divide en el nivel técnico profesional, el tecnológico y el profesional; y el posgrado, que se compone de especialización, maestría y doctorado (Ministerio de Educación, 2009).
Con la Ley 30 de 1992 se definieron los principios y objetivos de la educación superior, así como el Estatuto docente y las normas de administración del presupuesto. También se garantizó la autonomía y el gobierno universitario. De igual manera, se creó el Sistema Nacional de Acreditación, el cual tiene la responsabilidad de dar fe pública de las instituciones de educación públicas.
Asimismo, el Estado debe cumplir su papel como garante de la calidad del servicio educativo a través de la práctica de la suprema inspección y vigilancia. Además de esto, existe un organismo encargado de estudiar el cumplimiento de condiciones mínimas de calidad: el Conaces (Consejo Nacional de Acreditación).
De igual modo, con la Ley 115 de 1994, se estableció que la educación es un proceso progresivo de formación cultural y personal que fundamenta una concepción integral de la persona humana (dignidad, derechos y deberes), en el cual se ve a la educación como una función social que incorpora a la familia, a la sociedad y al Estado. Además, señala las normas generales para regular el servicio público (Consejo Nacional de Acreditación).
Ahora bien, son varios los principales indicadores que permiten evidenciar el cambio en la educación superior. En primer lugar, se encuentra el índice de cobertura, el cual ha cambiado desde el año 1970, época en la que sólo el 3.9 % de la población tenía acceso a la educación superior. Para los años 2000 a 2012 pasó de ser de 24 % a 42.4 % respectivamente. El gran incremento en los últimos 12 años (a partir del año 2000) se debe al fortalecimiento de la formación técnica y tecnológica, al igual que a la creación del Viceministerio de Educación y a la facilitación de algunas medidas en materia de acreditación y préstamos para el ingreso a la educación superior (Banco de la República, 2014).
En segundo lugar, el número de instituciones de educación superior en el país ha variado considerablemente desde el 2000, experimentando subidas y bajadas en cuanto al número total de aquellas que ofrecen programas técnicos, tecnológicos y profesionales. Si bien en el año 2000 el número total de instituciones era de 246 a nivel nacional, divididas entre instituciones técnicas (44), instituciones tecnológicas (47), instituciones universitarias (82) y universidades (73); para el año 2010 se experimentó el pico más alto en cuanto al número de instituciones en el país, el cual llegó a ser de 292: técnicas (42), tecnológicas (55), instituciones universitarias (115) y universidades (80).
En tercer lugar, está la tasa de deserción como indicador de la situación preocupante de la educación superior en el país. Un estudio del Ministerio de Educación Nacional, en el cual se realiza seguimiento a las tasas de deserción, muestra que tan sólo uno de cada dos estudiantes termina sus estudios superiores (MEN, 2009).
Con respecto a las instituciones, sólo el 33.4 % de alumnos en un nivel técnico llega hasta primer semestre, mientras que de ese porcentaje solo un 71.1 % llega hasta décimo semestre. De manera similar, en el nivel, tecnológico, la tasa es de un 25.8 % hasta primer semestre y un 61.9 % de este hasta décimo semestre. En el nivel universitario la tasa de deserción asciende de 18.6 % en primer semestre a 47 % del mismo en décimo semestre (Banco de la República, 2014).
Por el otro lado, en cuanto a docentes, para el año 2012 había 111,124 profesores en la educación superior, de los cuales 33,084 tenían contrato de tiempo completo, mientras que 12,767 tenían uno de medio tiempo y 65,273 contaban con un esquema de hora de cátedra. Esto evidencia la falta de continuidad en los esquemas de la educación y el poco fomento que se ofrece al avance de los profesores en temas extracurriculares como la investigación. De igual forma, en cuanto al nivel de formación de los docentes, el 40.5 % tiene un título de pregrado, el 32 % uno de especialización, el 22.3 % de magíster y el 5.2 % de doctorado; demostrando así los problemas que posee la educación superior en cuanto a su calidad (Banco de la República, 2014).
Asimismo, el gasto estatal en el área de la educación superior fue en promedio del 0.93 % del PIB entre el periodo 2000-2012. Este gasto nacional presenta algunas variaciones, como, por ejemplo: en el año 2007 se dio la menor inversión (0.86 %), mientras que en el año 2010 se dio la mayor inversión (1.03 %).
En conclusión, la educación superior en Colombia ha presentado porcentajes de mejora en la mayoría de los índices estudiados.
Si bien es posible ver que los cambios políticos (de gobierno) afectan el grado de importancia que se le da a la educación superior en el país y su respectiva priorización dentro de los presupuestos de cada gobierno, existen otros factores coyunturales como las épocas de violencia y de grupos armados al margen de la ley que llevaron a destinar recursos a la financiación de la guerra. Es por esto que para el año 2010, en el cual se dio la mayor inversión en educación, el tema de la guerra se encontraba en un segundo plano.
Aunque se ha avanzado en temas de cobertura y calidad de la educación superior, todavía existen muchos obstáculos y retos para lograr la universalización de este derecho en Colombia.
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Fuentes
Consejo Nacional de Acreditación CNA. (2006 – 2010). El sistema de educación superior en Colombia. Bogotá, Colombia. Recuperado de https://www.cna.gov.co/1741/article-187279.html
Consejo Nacional de Acreditación CNA. Sistemas de información y estadísticas de la educación superior en Colombia. Bogotá, Colombia. Recuperado de https://www.mineducacion.gov.co/CNA/1741/article-187649.html
Melo, M., Ramos, E., Hernández, P. (2014). Borradores de la economía. Banco de la República, vol. 8. Recuperado de http://www.banrep.gov.co/sites/default/files/publicaciones/archivos/be_808.pdf
Ministerio de Educación Nacional. (2009). ¿Qué es la educación superior? Bogotá, Colombia. Recuperado de https://www.mineducacion.gov.co/1621/article-196477.html
Ministerio de Educación Nacional (2009). Deserción estudiantil en la educación superior colombiana. Metodología de seguimiento, diagnóstico y elementos para su prevención. Viceministerio de Educación Superior – Ministerio de Educación. Imprenta Nacional de Colombia.
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