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Responsabilidad Democrática: El Caso Kavanaugh

La responsabilidad democrática es un concepto que a todos nos debe importar. No solo es esencial para lo protección de nuestras garantías fundamentales como ciudadanos, sino que además nos asegura que la polarización política, característica del contexto actual, no se devore vivo el modelo democrático por el que tanto hemos luchado.

Por: Carlos Fernando Beltrán Alarcón, estudiante de sexto semestre de Derecho. cf.beltran@uniandes.edu.co

El proceso de confirmación del nuevo Juez Asociado de la Corte Suprema de los Estados Unidos, Brett Kavanaugh, ha hecho emerger temas de relevancia monumental. No hablaré sobre el feminismo ni lo que significa para los Estados Unidos que un juez de la Corte Suprema cargue con el pesado lastre que significa haber sido acusado de agresión sexual y de tener un fuerte sentido partidista, sino que me enfocaré en algo al que hice seguimiento durante todo este debate, y es lo que los anglosajones llaman “Democratic Accountability”.

El concepto de “Democratic Accountability” puede ser traducido como “Responsabilidad Democrática”, “Transparencia Democrática” o incluso “Rendición de Cuentas Democrática”. Así, el gran teórico de la democracia Adam Przeworski lo define contextualmente como: “Un Gobierno es responsable (accountable) si los ciudadanos pueden discernir los gobiernos representativos de aquellos que no lo son, pudiendo sancionarlos apropiadamente: manteniendo en el cargo a los titulares que lo desempeñen bien y expulsando del mismo a aquellos que no. Un mecanismo de rendición de cuentas (accountability mechanism) es por lo tanto un mapa de los resultados de las acciones (incluyendo mensajes que explican esas acciones) de los funcionarios públicos a las sanciones de los ciudadanos. Las elecciones son un mecanismo de rendición de cuentas de renovación contingente (contingent renewal), donde las sanciones son para extender o no la tenencia del Gobierno” (traducción libre del autor).

En ese sentido, quiero hacer algunas precisiones teóricas y semánticas sobre la definición de Przeworski. Cuando habla de la capacidad de los ciudadanos para discernir los gobiernos representativos de los que no lo son, habla del sentido de representatividad y reciprocidad que deben tener necesariamente los ciudadanos para con aquellos que los gobiernan o toman decisiones en su nombre bajo el mecanismo de la democracia indirecta. De tal forma que, si los ciudadanos dejan de sentir que el Gobierno los representa o se ha desviado de su objetivo inicial o los cometidos para los cuales fue elegido en su programa de Gobierno, pueda tomar acciones a través de lo que Przeworski llama los mecanismos de renovación contingente, que no son otra cosa que las elecciones.

En tal orden de ideas y una vez que el punto de partida teórico ha quedado claro, procederé a analizar el proceso de confirmación de Brett Kavanaugh y extraer de ello una generalización que puedo resumir de la siguiente manera: en elecciones difíciles o polarizadas, es necesario que estas sean lo más transparente posibles, con el fin de que los ciudadanos y el público en general pueda discernir si estas decisiones lo representan y van de acuerdo con sus intereses o, de lo contrario, poder optar por mecanismos de rendición de cuentas, como las elecciones, para incidir y ejercer su derecho democrático a ser gobernado de acuerdo con sus preferencias, legitimando o no las decisiones de aquellos que han actuado en su nombre.

Respecto a si la elección de Kavanaugh fue difícil o polarizada, no cabe duda de que lo fue. De entrada, el Senado estadounidense contaba con una mayoría ajustada de 51-49 a favor de los republicanos, el partido del Presidente Trump (quien lo nominaba) lo que está haciendo difícil para ellos la adopción de medidas legislativas y cuya disciplina de partido es tan difícil que terminó por producir momentos dramáticos como el hundimiento de la reforma al Obamacare con el voto en contra de último minuto del ya fallecido Senador John McCain. Si a esto le sumamos que el proceso de confirmación de un Juez Asociado requiere de un procedimiento especial por su importancia (60 votos procedimentales para avanzar a la confirmación del pleno, reducidos después con el uso de la nuclear option a mayoría simple) y que las senadoras republicanas Lisa Murkowski (R-AK) y Susan Collins (R-ME) no anunciaron el sentido de su voto sino hasta minutos antes de que iniciara la votación, la elección de Kavanaugh cumple con todas las características que establecimos antes sobre lo que es un elección difícil.

Por otro lado, están las características concernientes a elecciones polarizadas. La nominación de Kavanaugh efectivamente dividió a la opinión americana, fracturas que se agudizaron cuando las acusaciones de agresión sexual salieron a la luz y se intensificaron con el pasar de los días. Sin embargo, la elección no solo dividió a la opinión pública, sino que además polarizó tremendamente a los republicanos del Senado, al punto en que el Presidente del Comité Judicial del Senado declaró a la prensa el día anterior de la votación que ni siquiera él mismo era capaz de predecir si el nominado seria confirmado; y ni hablar de los argumentos que fueron usados, álgidos y agresivos de parte y parte, lo que definitivamente hace este proceso una elección polarizada.

Una vez que esta elección ha sido caracterizada como un proceso difícil y polarizado, surge la gran pregunta: ¿por qué es importante que haya transparencia y la mayor exposición posible del proceso a la opinión pública? y, ¿cómo puede esto estar relacionado con el caso Kavanaugh?

En primer lugar, la transparencia y la consecuente responsabilidad con las decisiones que toman los servidores públicos son inherentes a la democracia, y esto implica que la representatividad depositada por los ciudadanos en sus (valga la redundancia) representantes no es un cheque en blanco, pues exige que estos tomen decisiones difíciles y sean coherente y, consecuentemente, responsables por las mismas, capaces de explicar el porqué y dar cuenta de ellas si llegasen a ser increpados. La transparencia redunda en la capacidad de discernimiento de los ciudadanos sobre las decisiones de sus representantes, y allí radica su importancia. Si no hay transparencia, no hay capacidad de discernimiento ni posibilidad de valoración de la resolución que se está tomando, y si esta es representativa o no del ciudadano, impidiendo por tanto hacer responsable de ella a quien debería serlo en un sistema que se precia de ser honesto y democrático.

La capacidad de traer a colación la seriedad con que las decisiones han sido tomadas así como la posibilidad de su sana crítica, es lo que conocemos desde los antiguos griegos como el arte del debate democrático.

Los senadores son funcionarios públicos cuya legitimidad deriva directamente de que han sido elegidos por el pueblo para que los represente y tomen decisiones en su nombre. Aun así, están bajo un constante y legítimo escrutinio por parte de sus electores, en lo que respecta a decisiones clave. ¿Sería posible pensar un proceso de confirmación en que el voto de los senadores fuese secreto? La respuesta es no. Ni los ciudadanos ni los mismos senadores lo aceptarían, pues son conscientes de que la democracia implica tomar decisiones difíciles, y que cada ciudadano activo es responsable por la mismas.

De igual manera, los senadores no votan como personas naturales sino como la materialización subjetiva de la voluntad del pueblo: uno a uno, Estado por Estado. Las senadoras Lisa Murkowski (R-AK) y Susan Collins (R-ME), republicanas moderadas y swing votes, fueron plenamente conscientes de que su voto no les pertenecía personalmente sino que este era una manifestación de la soberanía popular de los ciudadanos de los estados a los que representan, razón por la cual se tomaron todo el tiempo (literalmente) posible para decidir, y cuando lo hicieron sintieron el deber (sin que estuvieran obligadas formalmente a ello) de fundamentar de manera argumentada su voto. Tampoco habrían podido mantenerlo en secreto o depositarlo anónimamente en una urna, pues esto sería traicionar la idea de que los ciudadanos tienen voz a través de ellos en la elección de los cargos judiciales de gran importancia por lo que significan en el sistema.

Si yo soy un servidor público o tengo un cargo equivalente (que puede incluir o no una elección popular directa o indirecta), debo saber como las senadoras Murkowski y Collins (y todos los senadores en tanto representantes) que mis decisiones no me pertenecen. Lo anterior en tanto conllevan un background inseparable a mi voto, y por tanto debo por legitimidad y representatividad democrática a mis electores, y al público en general, que estas sean lo suficientemente transparentes y explícitas como para que se me pueda increpar por ello y hacerme responsable en el debate público por ellas. De esta forma se otorgan las herramientas necesarias a los ciudadanos para elegir si continúo en el cargo: si ese mandato popular que se me había otorgado previamente es renovado o concedido a otra persona cuyas opiniones coincidan más estrechamente con aquellas a quien debe representar.

Las senadoras Murkowski y Collins, en una demostración de su espíritu de auténticas demócratas, tuvieron que tomar una decisión difícil en el caso Kavanaugh, y votar. Asimismo, y como los votos en los procesos de confirmación son obligatoriamente públicos, resistieron con estoicismo los embates de las críticas y los comentarios adversos (así como manifestaciones de cercanía, respaldo y apoyo) que venían ligadas al hecho de votar en un sentido u otro. Ellas sabían desde que se postularon para senadoras que esto sería así, y aunque puedan hacerse muchos juicios de valor sobre si el sentido del voto fue correcto lo que sabemos es que estamos seguros de que se hizo de la mejor forma, teniendo plenas garantías de información de cara al público y con la seguridad de que independientemente del voto que emitiesen, estarían obligadas a ser responsables por él ante sus electores, y someterse al escrutinio público, incluyendo la evaluación de desempeño por excelencia: las elecciones.

Este es, pues, el valor de la responsabilidad democrática, lo que nos permite dormir tranquilos por la noche. Sabemos que aquellos que eligen por nosotros, lo hacen con transparencia y de cara a la opinión pública, de forma que nos enteraremos si toman decisiones que consideramos no nos representan o abusan del mandato que les ha sido otorgado y, en caso de que eso suceda (y si somos mayoría), podremos actuar como los “jefes” que somos de los servidores públicos, y forzarles a abandonar el cargo para reemplazarlo por alguien que consideremos mejor.

Ahora entendemos a Winston Churchill y su famosa frase: “La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre, con excepción de todos los demás”.


Referencias:

1. Przeworski, A., Stokes, S. C. and Manin, B. (1999) Democracy, Accountability and Representation. Cambridge: Cambridge University Press

2. USA Today (2018). Brett Kavanaugh faces unprecedented opposition to Supreme Court confirmation. Extraído de: https://www.usatoday.com/story/news/politics/2018/09/21/poll-brettkavanaugh-unprecedented-oppositionamid-christine-blasey-ford-assaultclaim/1374835002/

3. CNBC & Reuters (2018). “Don’t really know” how Kavanaugh vote will go, Sen. Chuck Grassley says. Extraído de: https://www.cnbc.com/2018/10/05/dont-really-know-how-kavanaugh-votewill-go-sen-chuck-grassley.html

4. TIME (2018). Brett Kavanaugh confirmed to Supreme Court after fight that divided America. Extraído de: http://time.com/5417538/bett-kavanaughconfirmed-senate-supreme-court/

5. Michael Sandel (2010, Febrero) El Arte Perdido del Debate Democrático (archivo de video). Extraído de: https://www.ted.com/talks/michael_sandel_the_lost_art_of_democratic_debate?language=es

6. Entiendo el término “elecciones difíciles” como aquellas en las que las mayorías decisorias son ajustadas, aquellas cuyas mayorías son especiales y requieren un procedimiento distinto al ordinario y aquellas en las cuales los resultados no parecen del todo claros hasta que no se realizan.

7. Entiendo el término “elecciones polarizadas” como aquellas que dividen a la opinión pública respecto a su desarrollo y posibles resultados, aquellas que generan divisiones o fisuras entre el mismo órgano elector, y aquellas en los cuales los debates se tornan especialmente álgidos o difíciles, independientemente de sus resultados

8. Los americanos se toman muy enserio la idea (tal y como debería ser) de que los Senadores, así como el Presidente, representan autentica la voluntad popular y, por tanto, el pueblo a través de ellos tiene una voz (have something to say) en el proceso. Siguiendo esta argumentación, la mayoría republicana del Senado se negó a darle trámite al nominado Merrick Garland del Presidente Barack Obama para el cargo de Juez Asociado de la Corte Suprema, pues la vacante se dio en el año electoral del 2016 y querían que los ciudadanos tuvieran la oportunidad de pronunciarse sobre esto. Fuente: New York Post (2018). Grassley says he wouldn’t let Supreme Court vacancy be filled in 2020. Extraído de: https://nypost.com/2018/10/10/grassley-says-he-wouldnt-let-supreme-court-vacancy-be-filled-in-2020/

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