Guía rápida para aprender sobre ballet

Desde la experiencia personal, un relato explicativo e histórico para enamorarse del ballet.
Por: María Juliana Rodríguez Urbano. Estudiante de noveno semestre de Derecho, séptimo semestre de Ciencia Política, opciones en Periodismo y Lengua y Cultura Francesa y codirectora de Al Derecho. mj.rodriguez10@uniandes.edu.co
Edwin Denby, escritor estadounidense, crítico de arte y amigo cercano de Orson Welles, dijo alguna vez que “usted no tiene que saber acerca de ballet para disfrutarlo, todo lo que tiene que hacer es mirarlo”. Más allá del entrenamiento físico, el ballet, para quienes somos amateurs, es una bella forma de manifestar la naturaleza del ser humano.
Ver ballet es una experiencia conmovedora: las historias que allí se cuentan están llenas de emociones con las cuales nos podemos identificar, como el amor (o el desamor), la felicidad, la tristeza, la soledad y, sobre todo, lo que implica vivir apasionadamente.
Es por ello que a veces me entristece la situación del ballet en Colombia, pues lo cierto es que el ballet aún no es ampliamente difundido y comprendido aquí. En un esfuerzo por entender por qué esto ocurre, he estado preguntándole a algunos de mis amigos si alguna vez han ido a ver ballet y la respuesta fue negativa en su mayoría. Cuando les preguntaba el porqué, la respuesta que más veces se repetía era que no lo entendían completamente.
Al igual que Denby, considero que no es necesario entenderlo a profundidad para apreciarlo: basta con aprender un poco sobre sus aspectos más relevantes. Por eso, decidí elaborar esta guía rápida, con la esperanza que les despierte la curiosidad a los lectores y les motive a seguir aprendiendo acerca de este bello arte.
¿Cómo surgió el ballet?
Este arte surgió en la Italia del Renacimiento. Sin embargo, fue en Francia bajo el reinado de Luis XIV donde se profesionalizó, razón por la cual los nombres de los pasos de ballet actualmente se encuentran todos en francés.
En un principio, era considerado un baile de salón o como acompañamiento para la ópera. A su vez, era practicado únicamente por hombres y se bailaba en zapatos de tacón. Sin embargo, en 1680, la Ópera de París —la cual albergó la primera gran compañía de ballet de la historia— les permitió a las mujeres hacer parte.
El ingreso de las mujeres inició el modelo de lo que se conoce actualmente como el ballet, pues ellas transformaron la técnica y la adaptaron a sus condiciones físicas. Así, gracias a bailarinas como Marie Sallé, Marie-Anne de Cupis de Camargo (las primeras en dejar de usar los zapatos de tacón e incorporar lo que hoy se conoce como la zapatilla de media punta), Marie Taglioni (la primera en bailar en zapatillas de punta) y Anna Pavlova (quien creó el modelo de zapatillas de punta que se usan actualmente), entre muchas otras, es que se transformó el ballet por completo y se erigió en lo que hoy se conoce.
La música
Para entender el ballet, es importante aprender sobre su música, elemento que juega un papel esencial en el desarrollo de las historias que los bailarines cuentan con sus movimientos. Así, son tres los compositores más importantes: Piotr Ilich Tchaikovsky (Rusia, 1840-1893), Ludwig Minkus (Austria, 1826-1917) e Igor Stravinsky (Rusia, 1882-1971).
Tchaikovsky es quizá el compositor más alabado en el ballet, pues, a pesar de haber compuesto sólo tres, son de las obras más importantes: El Cascanueces (1892), El Lago de los Cisnes (1876) y La Bella Durmiente (1889). Su música se caracteriza por ser grandiosa, es decir, es estridente y cuenta con una gran presencia de violines y vientos, elemento que es muy particular de El Lago de los Cisnes. De igual manera, la música que Tchaikovsky compuso para ballet es la más conocida en la cultura popular.
Minkus también compuso dos de las obras más importantes: Don Quijote (1869) y La Bayadera (1877). De igual manera, añadió piezas importantes a ballets ya existentes, como Paquita (1881, compuesta originalmente por Édouard Deldevez en 1846). Su música se caracteriza por contener elementos de la tradición musical española, la cual Minkus siempre admiró.
Stravinsky es considerado el compositor más importante del siglo XX. Compuso obras que se salían del molde tradicional de virtuosismo y delicadeza de los ballets tradicionales y que iban con la creciente tendencia de un ballet menos estricto y más expresivo, el cual se convertiría en lo que se conoce hoy como el ballet contemporáneo. Entre sus ballets más importantes: La consagración de la primavera (1913), El pájaro de fuego (1910) y Petrushka (1911). Como dato curioso: Stravinsky fue muy cercano a Coco Chanel, a quien conoció en los Ballets Rusos (les Ballets Russes), una compañía de ballet en París que reunía a los artistas más prominentes de la época y para la cual Chanel diseñó varios vestuarios. Stravinsky y su familia vivieron con ella en Francia y se dice que su amistad derivó en un romance secreto, algo que Chanel reconoció a su biógrafo pero que fue desmentido por la viuda de Stravinsky, Vera de Bosset.
Pueden encontrar las obras completas de estos compositores en plataformas como Spotify, Deezer y Apple Music.
Ballets famosos
Existe un amplio repertorio en el mundo de ballet. Sin embargo, como esta guía se trata de hacer una breve introducción, he aquí una lista con los clásicos más emblemáticos y con referencias que los lectores pueden encontrar en YouTube, que ofrecen una idea inicial de lo que es este arte:
El Cascanueces: basado en el cuento El Cascanueces y el Rey de los Ratones, de E.T.A Hoffmann. De este, las piezas más populares son: la variación y el pas de deux del Hada del Azúcar (una variación es un baile en solitario y un pas de deux es un baile de dos), el Vals de las Flores y la Danza Rusa.
El Lago de los Cisnes: entre las piezas más populares están: el pas de quatre (“baile a cuatro”) de los cisnes pequeños, el adagio y la variación de la Reina de los Cisnes en el Acto II (un adagio, en el ballet, se refiere a una sección de un pas de deux) y el pas de deux y la coda del Cisne Negro (una coda es el segmento final de un pas de deux). Este ballet es considerado todo un reto para una bailarina, pues generalmente es la misma quien se desempeña en ambos roles (la Reina de los Cisnes y el Cisne Negro).
Don Quijote: basado en varios capítulos de la segunda parte de la novela de Cervantes. Las piezas más reconocidas son: las variaciones y pas de deux de los Actos I y III de Kitri (o Quiteria) y Basilio, y las variaciones de Cupido y de la Reina de las Dríadas.
La Bella Durmiente: basado en el cuento homónimo de Charles Perrault. Entre las piezas más reconocidas están: el Adagio de la Rosa (considerado una de las piezas más difíciles de ejecutar para una bailarina) y el pas de deux del Pájaro Azul.
Espero que esta breve introducción haya despertado un poco de interés en los lectores. Por ahora, les dejo dos datos interesantes que pueden generar un sentido de pertenencia con este arte. Por un lado, los bailarines colombianos que están destacándose en el exterior y a quienes también pueden encontrar en YouTube: Fernando Montaño, bailarín solista de The Royal Ballet de Londres; Joan Sebastián Zamora, miembro de la compañía del Joffrey Ballet en Chicago; y los hermanos Felipe y Jaime Francisco Díaz, maestros del Ballet de San Francisco.
Por otro lado, les recomiendo el podcast La historia secreta del ballet de la Revista Arcadia, el cual hace un recuento interesante y minucioso sobre el ballet, así como entrevistas a algunas de las figuras más importantes del ballet en Colombia, y que fue un gran insumo para la elaboración de esta guía.
Imagen: Marianela Núñez y Thiago Soares en El Lago de los Cisnes. The Royal Ballet, 2012.
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Un bálsamo para el corazón en medio de las lecturas jurídicas.
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