«Mi sueño desde que empecé este proyecto siempre ha sido ser Ministra de Cultura»: Valentina Hernández

Valblogs, estudiante de Derecho y Ciencia Política de la Universidad de los Andes, habló con Al Derecho sobre su trayectoria y aspiraciones como bloguera y universitaria.
Las redes sociales se han convertido en un negocio que los millennials y centennials han sabido aprovechar. Una de las formas de entrar en este mercado es a través de un blog, que no es nada distinto a un sitio web en el que se escribe sobre cualquier tema (arte, historia, viajes, música, entre otros) con un estilo personal y atractivo para los usuarios de las redes sociales. De este enorme grupo, los food bloggers, como popularmente se les conoce, son personas que dirigen blogs sobre comida, restaurantes y recetas.
Aunque para algunos sea inconcebible, la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes tiene su propia food blogger. Se trata de Valentina Hernández Daza, estudiante de décimo semestre de Derecho y Ciencia Política y una de las food blogger más reconocidas del país. Valentina tiene un blog en Instagram llamado Valblogs, es bloguera oficial de los eventos Master (Burger Master, Sushi Master y Pizza Master), postea recomendaciones gastronómicas que sirven como guía para sus seguidores en redes, dicta charlas sobre temas de género y recientemente estuvo en el canal Red+ Noticias para hablar sobre la sentencia de unificación de la Corte Constitucional en materia de redes sociales.
Al Derecho habló con Valentina para conocer cómo ha sido su experiencia armonizando sus dos pasiones: la Universidad y su blog.
Al Derecho: Cómo empezó Valblogs.
Valentina Hernández: Hace dos años tuve una crisis personal. Empecé a cuestionar muchos aspectos de mi vida. Sentía que hasta el momento no había logrado construir nada mío, nada que no fuera producto de un contexto o de terceros.
Aunque avanzaba en mis carreras -algo que finalmente era mi esfuerzo- me sentía muy contrariada porque me estancaba en mí. Me estancaba porque todo lo que aprendía se quedaba en mi cabeza, a veces lo aplicaba en otras materias, pero otras veces -como nos pasa a todos y todas- lo olvidaba. A raíz de esto decidí buscar la forma de compartir mis conocimientos, momento que fue crucial porque me llevó a preguntarme cuáles eran mis conocimientos.
En esa búsqueda llegó otra incógnita: ¿Será que solo soy buena para lo que estudio? Allí fue cuando encontré que en redes sociales me gustaba compartir fotos de comida. Las cuentas que seguía y mis likes casi todos iban a cuentas de bloggeros, chefs y restaurantes. Todo esto se debía a que desde pequeña mi familia me enseñó mucho sobre las distintas cocinas, la cultura gastronómica y todo lo que comprendía esta escena cultural. Al parecer, sin darme cuenta, esta era un área de conocimiento sin explotar.
Así que decidí no indagar más y el 7 de agosto de 2017 empecé a escribir y a compartir contenido sobre este tema. Ahí nace Valblogs, un proyecto mío, de nadie más.
AD: ¿Qué representa la comida en tu vida? ¿Consideras que el ser food blogger es un estilo de vida o lo tomas como un hobbie?
VH: Para mi representa un sin fin de cosas, pero para nombrarles algunas, la comida es un estilo de vida, una pasión, un área de conocimiento, el aspecto más importante de mi vida. Viéndolo desde afuera, la comida para mi representa historia, narrativas, cultura, humanidad.
En mi caso, ser food blogger empezó siendo hobbie, hoy en día es mi emprendimiento.
AD: Algunas personas consideran que este tipo de dinámicas en redes sociales reafirman estereotipos sobre las mujeres y están al servicio de una sociedad consumista. ¿Qué les respondes?
VH: Sí creo que hay perfiles que refuerzan estereotipos y están al servicio de una sociedad consumista, en el sentido de que hay muchos perfiles en los que las mujeres son el producto. Tengo amigas que ganan seguidores y likes, de maneras exponenciales, porque muestran su cuerpo; salen casi desnudas, pero finalmente esa es su decisión.
Yo siento que mi perfil no es un perfil enfocado en venderme a mí, como Valentina, sino en vender una historia alrededor de la gastronomía, alrededor de mi familia, y, que me muestra a mí como una persona que está construyéndose más allá de cómo se ve y viéndose más como cualquier otra persona.
“La expresión oral es otro aspecto que veo bastante relacionado. La valentía con la que enfrentamos un oral o un debate es la misma valentía con la que me enfrento a una cámara, una conferencia o la televisión».
AD: ¿Cómo haces para manejar tus tiempos entre la universidad y el blog? ¿Alguna vez has considerado dejar alguno de los dos?
VH: En la Universidad siempre escuchamos la frase “no tengo tiempo”. Cada vez que alguien dice eso frente mío solo puedo pensar “qué gran mentira”. Estoy segura de que muchos de los que están leyendo esto pasan la mañana de un sábado durmiendo o llegan a su casa un miércoles por la tarde a procrastinar.
La verdad creo que es más el tiempo que desaprovechamos que el que aprovechamos, y eso de no tener tiempo no es más que un pajazo mental. El día que dejé de pensar así empecé a hacer más cosas por mí y para mí. En la vida hay tiempo para todo, solo hay que establecer prioridades y aprovechar cada minuto.
Aunque parece fácil, en la práctica me ha costado mucho. Cumplir con la universidad mientras cumplo con mis obligaciones laborales no es para nada fácil, pero sí es posible. A veces me ha tocado salir de la universidad a las siete de la noche, cambiarme en el camino, correr a algún compromiso y luego llegar a estudiar. Es agotador.
Por eso debo admitir que sí he pensado en abandonar el Blog y la verdad, si tuviera que escoger, me quedo con la universidad toda la vida. No obstante, cuando paso por esas crisis sólo pienso en que, si ya llevo dos años haciendo esto, puedo hacerlo mil años más.
AD: ¿Qué le recomiendas a un estudiante que tenga interés en incursionar en el mundo de los blogs y las redes sociales?
VH: Lo primero que hay que hacer es estudiar el algoritmo. Cada algoritmo es diferente, así que si la persona quiere incursionar en YouTube debe estudiar el lenguaje respectivo a esta plataforma, y así con todas las redes. Hay que aprender mucho sobre estrategias de marketing, creo que ese es un aspecto clave a la hora de ser un experto en comunicación.
Es chistoso porque hay quienes piensan que para incursionar en redes solo hay que tener suerte; y no, la mayoría de las personas que conozco y que trabajan en redes sociales son personas que han estudiado mucho la plataforma y que se han enfocado en entender el funcionamiento del algoritmo. Además de estudiar, el consejo que les doy es que sean constantes, suban contenido todos los días, piensen que ustedes deben crear su propia marca.

AD: Lo que todos queremos saber, ¿cuántos ingresos te puede generar un Blog al mes?
VH: Ojo, esto depende del blog. Las agencias te harán un estudio para establecer si eres un blog real y cuánto te van a pagar de acuerdo con tus estadísticas. Al mes, en promedio, $700.000 pesos.
“Ser food blogger empezó siendo hobbie, hoy en día es mi emprendimiento”.
AD: ¿Cómo relacionas tu blog con tus dos carreras, Ciencia Política y Derecho?
VH: Esta es una pregunta que me la hacen siempre. Supongo que para todos y todas es muy difícil relacionar dos disciplinas tan distantes. No obstante, en la práctica no están tan separadas.
La universidad me ha permitido tener un pensamiento mucho más estructurado, soy más ordenada en la forma en la que expreso mis ideas -cosa que toda la vida me ha costado bastante y que es indispensable en la generación de contenido-.
La expresión oral es otro aspecto que veo bastante relacionado. La valentía con la que enfrentamos un oral o un debate es la misma valentía con la que me enfrento a una cámara, una conferencia o la televisión. Entonces, ambos espacios los veo como campos de entrenamiento (la universidad me prepara para manejar las redes y viceversa).
Aterrizándolo un poco en materia, mi objetivo es trabajar en proyectos de desarrollo de política pública en el sector cultura. Creo que es un campo que conozco bastante bien y que refleja mis dos pasiones: la gastronomía y mis carreras. Sonará ambicioso, pero mi sueño desde que empecé este proyecto siempre ha sido ser Ministra de Cultura.
«Sonará ambicioso, pero mi sueño desde que empecé este proyecto siempre ha sido ser Ministra de Cultura»
AD: Una anécdota que te haya ocurrido en tus años como food blogger
VH: Las experiencias más extrañas me han pasado en los Master. Los restaurantes siempre se las dan de súper creativos y terminan ofreciendo unos platos bien complejos, por no decir otra palabra.
En un Sushi Master tuve que visitar un restaurante que ofrecía un sushi que traía: tocineta, una tajada de queso, guayaba, salsa dinamita y palmito de cangrejo. De postre me ofrecieron sushi de arequipe, nutella, banano y langostino. Claramente no me lo pude comer completo. Otra vez en un Burger Master me trajeron una hamburguesa que traía una arepa por dentro. Ya llevo tres años asistiendo a los Master y sigo sin saber cómo reaccionar ante eso.
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