La arbitrariedad e improvisación del CEU tienen tambaleando la Representación (otra vez)

Para muchos, la Universidad se muestra como un espacio para prepararse en ciertas disciplinas, adoptar técnicas y aptitudes en ciertos campos que al mismo tiempo fortalezcan su capacidad de liderazgo y le permitan desenvolverse luego en cargos de representación política. Muchos ingresan con el sueño de ser los próximos presidentes de Colombia. En breve, si es que no lo ha visto ya, muchos de sus compañeros aparecerán en el tarjetón de algún proceso electoral local, regional o incluso nacional.
En todo caso, la realidad en los escenarios de representación estudiantil de la Universidad, concretamente del Consejo Estudiantil Uniandino, muy lastimosamente, parece estar ahogando los liderazgos que emergen de las distintas facultades de los Andes. La gestión que el CEU ha realizado este año, desafiando abiertamente a nuestra comunidad, ha sido, por no decir más, decepcionante.
El pasado lunes, Al Derecho tuvo acceso a una carta en la que dos candidatos a representantes detallan una serie de atropellos a los que el CEU, conscientemente, ha sometido no únicamente sus derechos, sino los de todos los estudiantes de la Universidad.
La idea de Al Derecho, inicialmente, era escribir un Al Revés, que es una sección que emula la de «confidenciales» y en la que contamos notas cortas sobre situaciones que involucran situaciones ‘delicadas’ relacionadas con la Universidad, la Facultad, los estudiantes, etc. Los autores de estas publicaciones son, en muchas ocasiones, estudiantes de la Universidad que confían en la confidencialidad que Al Derecho garantiza para las publicaciones en esta sección; o, bien, en otras, surgen de nuestra producción editorial reservada.
Fue mediante un Al Revés que, poco antes de las Elecciones al CEU, advertimos sobre la «improvisación, desinformación y apatía» que ya rodeaba las elecciones al CEU. Advertimos que, además de que en las Elecciones del CEU Derecho no había ninguna mujer candidata y las Elecciones se llevarían a cabo en días de Paro Nacional, varias decisiones del CEU frente al proceso electoral eran anormales, irregulares y contrariaban directamente sus estatutos. Pusimos de presente, así mismo, que estas contravenciones eran ‘arriesgadas’, tomando en cuenta que, en el último año, irregularidades en las decisiones del CEU frente a las Elecciones han provocado situaciones que desencadenaron en una grave crisis de legitimidad en la representación estudiantil; especialmente en la Facultad de Derecho. El CEU aun no se pronuncia.
Sin embargo, como medio estudiantil independiente, pero más aún, como estudiantes de la Universidad, luego de escuchar las inconformidades de varios estudiantes y corroborar la información que estos nos hicieron llegar sobre lo sucedido en estas elecciones al CEU, nos sentimos en el deber, no solo de comunicar con detalle lo que ha venido sucediendo, sino de poner sobre la mesa la necesidad de que el CEU enfrente la responsabilidad por sus decisiones improvisadas.
La representación estudiantil está, como contamos a continuación, otra vez en entredicho por la falta de procesos serios. El órgano que la rige debe asumir, no solamente en el nivel interno sino frente a los estudiantes, posturas de transparencia frente a su obrar.
Dos candidatos exigen el respeto de sus derechos
La historia empieza con Felipe Ruiz Buendía y Pablo Añez Held, candidatos a Representantes ante el CEU por la Escuela de Gobierno. Felipe y Pablo son estudiantes de tercer semestre de Gobierno y Asuntos Públicos y, al revisar los Estatutos, evidenciaron que en este proceso electoral se violaron los artículos 58 y 59.
Felipe y Pablo deciden enviar una carta con estos reproches a los 90 miembros actuales del Consejo Estudiantil Uniandino, precisando la manera en la que les fueron violados sus derechos como candidatos a representantes del CEU.
Inicialmente, hacen mención de una violación al Artículo 59, según el cual los candidatos podrán inscribirse hasta una semana antes de que se cierre la campaña. A su juicio: “Es evidente que este artículo fue violado, ya que el cierre de inscripciones se dio el mismo día del cierre de campañas, hecho que atenta contra el proceso democrático, imposibilitando el debate y la debida promoción de propuestas”.
En segundo lugar, la fórmula Ruiz-Añez acusa al ente organizador de haber violado el Artículo 58, que consagra que los días de elecciones serán jueves y viernes, días en los que no se podrán hacer actos de campaña ni proselitismo. A juicio de ambos, el ente organizador violó este artículo de los estatutos, “ya que dispuso, además del jueves y viernes, el sábado hasta las 6:30 pm”.
Candidatos de última hora, votos sin hacer campaña y una puerta abierta a un nuevo proceso judicial
Las consecuencias de estas inexplicables medidas no son menores. De lo que hemos podido evidenciar hasta este momento, y tan solo analizando el proceso electoral en la Escuela de Gobierno, se tienen las siguientes implicaciones:
1. Se inscribió una fórmula faltando un día para las elecciones
Contrario a los estatutos, las instrucciones del CEU para estas elecciones permitían que los candidatos pudieran inscribirse un día antes de la elección. ¡Y ocurrió! A las dos fórmulas que estaban compitiendo por la representación en la Escuela (entre ellas la fórmula Ruiz-Añez) se sumó, el día miércoles, la fórmula de Daniela Galvis y María Paula Salcedo.
2. Siendo que se inscribió faltando un día, esta tercera fórmula no hizo campaña
La intempestiva inscripción de Daniela Galvis y María Paula Salcedo a la contienda electoral tuvo lugar después del debate que organizaron los actuales representantes de la Escuela de Gobierno, ese mismo miércoles.
Vale la pena recordar que las fórmulas tienen prohibido iniciar campaña sin que estén previamente inscritas ante el CEU. Esto quiere decir que la fórmula Galvis-Salcedo, presumiendo que actuó de conformidad con esta regla, no tuvo ni siquiera un día para hacer campaña. Esta fórmula no hizo campaña.
3. Aunque no hizo campaña, ¡esta fórmula empata la segunda votación más alta y podría posesionarse como representantes por la Escuela de Gobierno!

Francisco Mazo y Mariana Aguirre obtuvieron 76 votos y con ello consiguieron de forma preferente un cupo para la representación ante el CEU. Sin embargo, la fórmula Galvis-Salcedo, que no hizo campaña, empató en votos con la fórmula Ruiz-Añez: ¡ambas fórmulas obtuvieron 46 votos, lo que quiere decir que no está decidido cuál fórmula será la segunda que representará a los estudiantes de la Escuela de Gobierno ante el CEU!
Nada de esto tiene mucho sentido: una fórmula que se inscribe el día anterior a las elecciones y que no tiene tiempo para hacer campaña, de repente, obtiene el apoyo de un gran número de electores.
La interpretación que hacen algunos estudiantes de la Escuela de Gobierno es que esta fórmula no necesitaba de propuestas ni de campaña, pues se trata de dos estudiantes de séptimo semestre que tienen un importante número de amigos al interior de la Escuela. En otras palabras, la lectura de varios electores al interior de la Escuela es que estas elecciones no estuvieron determinadas por propuestas, argumentos durante la campaña y en los debates, ni por un ejercicio democrático genuino. Todo lo contrario, este suceso reflejaría una triste realidad: la irresponsable gestión del CEU para estas elecciones facilitó que los candidatos compitieran en condiciones desiguales, promovió que los electores no pudieran conocer en un término prudente las propuestas de los candidatos antes de votar, y en últimas, terminaran votando por sus conocidos antes que por propuestas realmente serias.
Ahora bien, sin estarlo pensando ni buscando, al Instagram de los representantes actuales de la Escuela de Gobierno llegó el viernes pasado la pregunta que se ve en la siguiente imagen:
Sobre esto, respetados representantes, es evidente que la responsabilidad no recae sobre las fórmulas que se inscribieron este año, tal como lo afirman en su respuesta. ¡El responsable de existan violaciones a los estatutos es el mismo CEU! De hecho, ¡es el órgano al que ustedes pertenecen el que les está violando los derechos a los estudiantes! ¿Por qué, estimados representantes, no son igual de contundentes al rechazar esta práctica como lo son al rechazar la ´difamación´?
4. El CEU no aprende y, nuevamente, se expone a un proceso judicial
No es la primera vez que este órgano estudiantil evidencia problemas con la aplicación de sus estatutos. De hecho, no ha pasado un año desde que, por cuenta de irregularidades en procesos sancionatorios internos del CEU, un juez de tutela ordenó reintegrar a una de las fórmulas que aspiraba a representar a los estudiantes de la Facultad de Derecho antes ese órgano por haber violado su derecho fundamental al debido proceso, caso que establece un importante precedente respecto a la nulidad de las actuaciones que violan el Derecho Fundamental al Debido Proceso por parte del CEU, en el cual se entiende incluido el Principio de Legalidad.
Ahora bien, aunque Ruiz y Añez no solicitan nada distinto a que les sean respondidas sus inquietudes, esto es, del porqué se llevó a cabo un proceso electoral distinto al que consagran los estatutos, se desconocen las consecuencias y los posibles alcances (incluso legales) que este nuevo caso podría tener, especialmente teniendo en cuenta el precedente ya mencionado.
El CEU, en procesos electorales no le rinde cuentas, literalmente, a nadie. Es un órgano estudiantil autónomo e independiente de los órganos que son en sentido estricto de la Universidad. Está compuesto por representantes estudiantiles que no le rinden un informe de gestión a sus electores. Más preocupante aún, no están obligados a atender las inconformidades o inquietudes de los estudiantes.
¿En qué quedan las elecciones?
Lo que sigue para la Escuela de Gobierno es una “segunda vuelta”, como optaron por llamarlo los actuales representantes de Gobierno, el día lunes 2 de diciembre de 2019. Las fórmulas Ruiz-Añez y Galvis-Salcedo se disputarán el segundo lugar en unas nuevas elecciones, la que salga vencedora ocupará un puesto en el CEU al lado de Francisco Mazo y Mariana Aguirre.
Más allá de que el proceso electoral esté viciado por contravenciones claras a los estatutos del CEU, y que tales irregularidades abran una puerta para solicitar vía judicial no solamente la nulidad de las elecciones de Gobierno por violar el debido proceso y la igualdad, sino la nulidad de todo el proceso electoral, la gestión del CEU ha sido todo menos respetuosa y democrática, ámbitos de los que tanto se precian en sus pronunciamientos oficiales.
No es posible que el único órgano de representación de los estudiantes esté en manos de personas que no respetan sus propios estatutos. ¿Dónde quedan la legalidad y la ética?
A los estudiantes de Gobierno y Asuntos Públicos, nuestro apoyo y mejores deseos en estas insólitas elecciones extraordinarias. A los estudiantes uniandinos, nuestro mensaje es que no seamos condescendientes con la vulneración de los derechos de las personas. Los derechos y los deberes de los ciudadanos están llamados a cumplirse al interior de la Universidad tanto como en cualquier rincón de Colombia.
Imagen: www.ecestaticos.com
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