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Retorno al campus: Una mirada al futuro

Por: Mateo Durango García

Desde el comienzo del aislamiento obligatorio provocado por el coronavirus, muchos estudiantes se optaron por continuar sus estudios y entendieron que prepararse es el mejor camino para enfrentar los retos y las oportunidades que toda crisis trae consigo. Volver a la Universidad  es un paso (aunque prudente y paulatino) significativo para el regreso a la vida que se conocía antes del Covid. Por ello, la Universidad de Los Andes, diseñó estrategias que permitirán retornar al campus el próximo 13 de Octubre y, de este modo, retomar dinámicas presenciales que —a juicio de muchos profesores y estudiantes— son fundamentales en el proceso de aprendizaje. 

En este artículo, Al Derecho resume las disposiciones que se han puesto en marcha desde el pasado 16 de Marzo para enfrentar la pandemia y regresar al campus. Pero sobre todo, expone el paso a paso riguroso para el regreso de las actividades presenciales a Los Andes. Además contactó  a la Facultad de Derecho —a través de algunos de sus profesores y administrativos— para  indagar sobre el futuro próximo de las clases en la Universidad y conocer  las diferentes disposiciones que han emitido para el tan esperado retorno. 

Cortesía: Universidad de Los Andes 

Disposiciones y lineamientos: las fases de reapertura

La universidad ha desarrollado un manejo híbrido del campus, bajo unos lineamientos básicos y  consideraciones que involucran la  presencialidad segura, integradora y efectiva, que permita satisfacer la prioridad de mantener la excelencia y atender las dificultades que impone el contexto, innovando en medio de la coyuntura. 

Sin embargo, el plan de regreso al campus  puede cambiar si las regulaciones de la Alcaldía o la Presidencia de la República así lo disponen. Tal como lo afirma la Directora de Servicios del Campus, María Andrea Leyva: “la universidad ha hecho toda su tarea dependiendo de las disposiciones nacionales y distritales, nosotros hacemos lo que nos dice el Estado, cumplimos la norma y la legalidad, y ajustamos nuestro plan a la normatividad”.

Para este fin, el plan de regreso a clases se estructuró bajo tres fases diferentes. La primera, enfocada en la preparación e implementación de los protocolos de bioseguridad; la segunda, en los estudiantes con requisitos pendientes de los cursos del primer semestre de 2020 con competencias prácticas y; la tercera, en el regreso de las actividades académicas semipresenciales durante el segundo semestre de 2020. 

Para la apertura gradual del campus, la Universidad debió seguir  de manera estricta las directrices dispuestas por la resolución 666 del 24 de Abril de 2020 del Ministerio de Salud y Protección Social. Esto supuso una reducción significativa en la tasa de ocupación prevista inicialmente, del 43%, al 25%. Asimismo, la capacidad de las aulas se redujo a 20 estudiantes y hubo un cambio considerable en los espacios y mobiliarios requeridos para que estos cumplieran con la normatividad exigida.

No obstante, incluso bajo la óptica de la primera fase de planeación, no cualquiera puede  ingresar a la Universidad. En este sentido, el Dr. Germán Otálora, Director del Departamento Médico y de Salud Ocupacional de la Universidad, explicó que existen algunos requisitos “de carácter obligatorio” para utilizar los espacios físicos del campus. Entre ellos se encuentran: diligenciar la encuesta de caracterización de riesgo, aprobar el curso “Volver al campus” (disponible en Sicua) con un porcentaje de 100%, cumplir a cabalidad con los lineamientos de bioseguridad establecidos por el Ministerio de Salud, y registrar los datos solicitados por la app de seguimiento epidemiológico “SeneCare”.

Sin embargo, la tercera fase es, quizá, la que más inquietudes despierta, por estar a merced de los cambios en las decisiones de su aplicación y de la inestable situación epidemiológica. Para esta fase, inicialmente se realizó la planeación académica por medio de Admisiones y Registro, quienes asignaron aulas, horarios y frecuencias de presencialidad. De manera análoga, se realizó la respectiva preparación de cursos virtuales y blended, lo cual requirió capacitar a los profesores y dictar talleres que les permitieran familiarizarse con las nuevas metodologías. El componente presencial de los cursos blended, sin embargo, ha sido postergado hasta ahora en razón de la evolución de la pandemia y las normativas distritales.

Regreso con restricciones

Aunque, durante esta tercera fase de reapertura que comienza el próximo martes, asistir a las clases presenciales es opcional para aquellos estudiantes que inscribieron materias en la modalidad blended, las dinámicas aún están lejos de parecerse a las de hace 6 meses. Inicialmente, en diálogo con Al Derecho, el Secretario General de la Facultad de Derecho, Carlos Alberto Alfonso Correa, recordó que las actividades sólo tendrán lugar los días lunes, martes, viernes y sábado. Los días miércoles y jueves no se podrá ir a la Universidad, a excepción de algunas clases con componente práctico, como los laboratorios. Así lo confirmó Leyva, quien además afirmó que regresar más días al campus “depende de lo que deje la alcaldía”.

Asimismo, el ingreso a las instalaciones de la Universidad estará sujeto a tener programada una clase blended debido a que el aforo debe permanecer por debajo del 25%. Por lo tanto, en las respectivas entradas se realizará un monitoreo del carnet de cada estudiante que desee ingresar para determinar si efectivamente tiene programada una clase con componente presencial. Una vez dentro, cumplida la actividad presencial a la que el estudiante asistió, este deberá salir del campus para mantener el aforo adecuado. Sin embargo, Alfonso manifestó que la Universidad considera que la probabilidad de que tenga que retirar a algún estudiante porque el tiempo de su clase ya terminó es baja. De igual modo, reiteró que las clases van desde las 10:00 am hasta las 4:00 pm y, solo en algunos casos, se darán clases después de las 7:00 pm. 

El Dr. Otálora, por su parte, manifestó que la experiencia de llegar al campus tiene un “paso a paso” que es importante conocer y cumplir adecuadamente. Según él, inicialmente es necesario que cada estudiante que desee asistir a la Universidad llene la encuesta de caracterización y registre los datos solicitados en SeneCare. Si el resultado de estas encuestas es satisfactorio, el estudiante podrá dirigirse al campus. Según Otálora es recomendable ir a la Universidad en vehículo compartido o carpool aunque, como es lógico, cada ocupante deberá llevar tapabocas y su uso será, también, obligatorio dentro de las instalaciones de la Universidad. 

Además, recomienda llegar con 30 minutos de anticipación, teniendo en cuenta que se pueden presentar largas filas para ingresar por todos los protocolos de desinfección. Ahora bien, una vez superado dicho proceso, la Universidad instaló cámaras de detección de temperatura que darán información a las personas de seguridad de cualquiera que ingrese al campus. Si la lectura de temperatura de alguien supera los 37.5 grados, esta persona deberá dirigirse a una sala especializada de reposo, donde después de un tiempo se medirá nuevamente el registro para obtener  un dato más confiable de su estado de salud.

En la hipótesis de que se detecte un caso sospechoso al interior de la Universidad, el Dr. Otálora afirmó que, “de ser necesario, se le indicará a la persona que debe entrar en aislamiento con el resto de su  familia, y se emitirá  una orden de prueba PCR”. De igual forma especificó que “si el caso se detecta en la Universidad, tendrá que conservar el tapabocas, trasladarse de regreso a su hogar y transmitirle a la familia que es una persona sospechosa”. En ese escenario, según él, es posible tomar la prueba inmediatamente “porque hay un sitio de pruebas en la Calle 18 cerca al Centro de Español” y “la Vicerrectoría de Servicios y Sostenibilidad, a través de la Dirección de Servicios, compró algunas pruebas para suministrar que  serán analizadas por el laboratorio más efectivo del país: Gencore”.

De igual manera, dice Otálora que los estudiantes encontrarán puntos de venta de tapabocas a “precios razonables” y canecas rojas donde estos podrán ser desechados. Una vez finalizada la jornada, quienes se encuentren en el campus deberán desplazarse a cualquiera de las salidas, que serán independientes para evitar aglomeraciones. Finalmente, la unidad de servicios básicos realizará el proceso de desinfección de todos los salones y superficies con amonio cuaternario y con una efectiva sustancia diseñada por ingenieros de la Universidad que, además, es amigable con el medio ambiente. 

Ahora bien, sobre el funcionamiento de las clases Carlos Alfonso, menciona que todas las sesiones presenciales serán grabadas. Según él, las aulas fueron dotadas con cámaras y micrófonos fijos de última tecnología para garantizar la calidad de las imágenes y del audio, incluso aunque los docentes utilicen mascarilla y careta. En este punto, Alfonso aclaró que “la universidad ha hecho una inversión poderosísima” para el adecuado desempeño de aquellos estudiantes que decidan no asistir al componente presencial de sus cursos blended, por lo que ha sido incluso “más costosa la inversión en el orden tecnológico y en recursos humanos” para el componente virtual, que en un año normal.. 

Por último, la Universidad también ofrece soluciones logísticas para aquellas personas con horarios apretados entre clases virtuales y presenciales. Carolina Moreno, profesora de Derecho Público Administrativo, le contó a Al Derecho que los profesores que —como ella— tuviesen una clase virtual y otra presencial de manera consecutiva podrían hacer uso de las oficinas habilitadas por la Universidad para dictar la asignatura virtual.

Lo anterior también aplicará para estudiantes que deban ir a la Universidad  y tengan una clase virtual de manera consecutiva: habrán espacios habilitados (entre ellos la Biblioteca Satélite de Derecho) para que, de ser necesario, los estudiantes puedan recibir sus clases virtuales. 

Cortesía: Universidad de Los Andes

La Facultad de Derecho: regreso con incertidumbre

El Secretario General Alfonso afirmó que Derecho tiene la misma prioridad para regresar al campus que todas aquellas carreras que ofrecieron sus cursos en modalidad blended.

Asimismo, aseguró que la presencialidad en una carrera como Derecho es fundamental y, aunque a su juicio la educación virtual —con las limitaciones que tiene— ha funcionado, reconoció que se requiere de los encuentros presenciales para fomentar las discusiones necesarias en el desarrollo de las habilidades requeridas para el ejercicio profesional del derecho.

Este punto lo respaldan la mayoría de los profesores a cargo de cursos blended entrevistados por Al Derecho. Para Yenny Celemin y Betsy Perafán, profesoras de Derecho Público Administrativo y Lógica y Retórica respectivamente, a pesar de que Derecho se puede adaptar fácilmente al formato virtual, los encuentros presenciales desarrollan competencias relacionales, de oratoria y de comunicación que son fundamentales para cualquier abogado.

Por su parte, Nestor Javier Ortiz, profesor de Procedimientos, y Sergio Carreño, profesor de Obligaciones y Derecho Comercial, resaltaron la importancia de la presencialidad, por ejemplo, para simulaciones de audiencias y talleres en grupo” aunque reconocieron igualmente las facilidades que tiene la carrera para adaptarse a la virtualidad. 

Sin embargo, por lo menos en la Facultad de Derecho, parece haber un común denominador entre los estudiantes que inscribieron sus cursos en la modalidad semipresencial: al ser cuestionados sobre la posibilidad de asistir al campus bajo las condiciones anteriormente descritas, la mayoría de los estudiantes manifestó su intención de seguir con el curso de forma virtual. Para la profesora Celemin, esto se debe a que, por lo menos en su caso, “las clases virtuales están funcionando, y los estudiantes se adaptaron a la metodología”. Por tanto,“una nueva transición [a la presencialidad] es  más difícil” cuando los estudiantes ya se han acomodado.

A pesar de estos “atisbos” de normalidad, los planes de la Universidad, por lo menos para el futuro más próximo y en la Facultad de Derecho, parecen ser similares a los implementados para este semestre. Carlos Alfonso compartió con Al Derecho que, en principio, “2021-1 tiene una planeación muy similar a la de 2020-2” por no tenerse certeza sobre la evolución de la pandemia y la llegada de las vacunas. De acuerdo con él, se prevé otro semestre con algunos cursos 100% virtuales y otros blended. Del mismo modo, Alfonso no cree que se vayan a ofrecer clases 100% presenciales el próximo semestre, porque es posible que ni siquiera la alcaldía lo permita. 

Las anteriores afirmaciones fueron confirmadas por la Directora de Servicios del Campus, María Andrea Leyva, quien también informó que “la planeación académica se está realizando en blended”, aunque todavía no se tiene certeza de qué tanto porcentaje de las clases se ofrecerán semipresenciales y qué tanto virtual. Lo que sí aseguró es que “el aforo del 100% nos vamos a demorar en tenerlo”.

Con una situación tan cambiante e incierta, es necesario modificar los planes y aprender sobre la marcha. Como lo reconoce la profesora Celemín “hay ciertas cuestiones que se escapan del poder decisorio y que afectan el retorno al campus”. Sin embargo, para ella y para la mayoría de profesores y administrativos consultados, las medidas adoptadas por la Universidad han sido “pensadas y razonadas”, aunque obviamente no perfectas “porque no está todo el marco de información disponible”.

Con todo, las puertas de la Universidad de Los Andes, estarán abiertas nuevamente en poco tiempo y, con ellas, se abrirá un nuevo capítulo lleno de retos e incertidumbres para todos los miembros de la comunidad académica. Porque, a pesar de que la vida digital es ya la vida misma, la comunidad universitaria ha entendido que necesita retomar los procesos de aprendizaje compartidos y vivenciales que permitirán, por fin, conectarse en una red que va más allá del Wi-Fi: los vínculos humanos.

Cortesía: Universidad de Los Andes 

Nota editorial: Desde Al Derecho queremos extender un agradecimiento a todas aquellas personas que contribuyeron en el desarrollo del presente artículo. Resaltamos y reconocemos los esfuerzos que las diferentes áreas de la Universidad han realizado para darnos a todos el mejor regreso al campus. Esperamos que toda la preparación arroje resultados positivos y premie el gran trabajo conjunto.

Si desea conocer más información sobre el regreso al Campus también puede consultar los siguientes links y revisar la información enviada a sus correos

Un comentario sobre "Retorno al campus: Una mirada al futuro" Deja un comentario

  1. Me llamó la atención la terminación del artículo: ya manejamos el mundo virtual, pero nada reemplaza la red de vínculos humanos.

    Las clases presenciales implicarán comportamientos de gran respeto por sí mismos y por los otros acatando de
    manera estricta las medidas preventivas de contagio, con el uso del tapabocas y el distanciamiento, demostrando así, que existe buen nivel cultural en la comunidad universitaria, que continuará en la vida profesional de los egresados de la Universidad, contribuyendo en sus ámbitos en conformar el país desarrollado que tanto deseamos.

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