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Brooklyn Nets: ¿El dinero les dará la victoria?

Por: Sebastián Acevedo Iceda, estudiante de quinto semestre de Derecho de la Universidad de Los Andes. Miembro del Consejo Editorial, Sección Opinión.

“Campeón”, el título que se entrega cada temporada al mejor equipo de la NBA, al que se impone sobre sus rivales en las salvajes series de playoffs y que luego consigue la victoria en unas finales que no son nada menos que un auténtico choque de titanes del baloncesto, en las que se juega el todo o el nada, la gloria o el olvido. Traes la victoria a casa y te conviertes en un héroe o regresas con la vergüenza de la derrota. Sabiendo lo que significa ser campeón de la NBA, los fans nos atrevemos todas las temporadas a predecir qué equipo levantará el trofeo Larry O’brien  y conseguirá el anillo que los acredita como ganadores.

Esta temporada todas las predicciones apuntan a los Brooklyn Nets, quienes han invertido mucho dinero –casi 167 millones de dólares– para armar una plantilla de lujo con las mejores estrellas. Su desempeño hasta ahora lo hace el favorito de muchos para ser los nuevos campeones. Pareciera que esto envía el mensaje de que el dinero es capaz de comprar un campeonato. No obstante, veo ciertos factores que los pueden alejar de la victoria. Hay varias razones por las que creo que, tal vez, Los Brooklyn Nets, a pesar de tener una plantilla tan cara y talentosa, pueden no terminar siendo los campeones

No es de extrañar que muchos vean a Brooklyn como los nuevos campeones. Después de todo, han invertido toneladas de dinero para juntar esta temporada a jugadores de la talla de Kevin Durant, dos veces campeón con Golden State Warriors (40 mm USD); Kyrie Irving, campeón con los Cavaliers (33 mm USD) y James Harden, ganador del premio al jugador más valioso en 2018 con Houston Rockets (41 mm USD). Además cuentan con jugadores reconocidos como Blake Griffin, DeAndre Jordan o Joe Harris (casi 28 mm USD entre los tres). Todo esto para formar una escuadra costosa que hace temblar a las defensas. Definitivamente ha valido cada centavo, pues son el equipo número dos en victorias en la conferencia del Este. Pareciera que, tal como lo manifestó Julios Irving, famoso exjugador de los Nets, ellos “quieren comprar el anillo”

Esto nos devuelve a esa vieja polémica que existe en los deportes: ¿ganar es cuestión de dinero? ¿Solo puede ser campeón el equipo que más pueda gastar en jugadores? ¿Qué pasa con los equipos que no tienen tanto capital? ¿Están condenados al fracaso? Ejemplos como el de Brooklyn pueden hacer que uno se pregunte dónde quedó la sana competencia y la emoción de ver a dos equipos casi en igualdad de condiciones darlo todo por llegar al más alto nivel de juego. Pero luego de analizarlo un poco llegué a la conclusión de que no basta aventar dinero y llenar un equipo de jugadores estrellas para ser campeón. Los Nets, por ejemplo, tienen algunas falencias que, considero, pueden evitar que sean los próximos en levantar el codiciado trofeo dorado, y son las siguientes.

En primer lugar, este “súper equipo” no ha sido ajeno a las lesiones. James Harden, un jugador clave, estuvo mucho tiempo fuera de la cancha por una lesión, logrando volver para disputar un par de partidos antes de los playoffs. Kevin Durant ha pasado esta temporada ya por dos lesiones menores después de recuperarse de una lesión más grave en el talón de aquiles. A pesar de los cuantiosos contratos, estos maravillosos jugadores son humanos, y si no logran mantenerse sanos al llegar a una postemporada en la que todos buscan ganar, van a tener complicaciones donde el dinero no será de mucha ayuda. 

Por otro lado, sabemos que los Nets son una potencia ofensiva, pues contrataron jugadores expertos en esta área (Durant, Irving y Harden) , pero tienen problemas al momento de defender el aro, un factor que resulta de suma importancia en esta liga en la que encontramos anotadores de élite como LeBron, Tatum, Embiid, Leonard, Doncic y más. Concretamente, los Nets están en el puesto 21 de 30 en la tabla de ESPN que evalúa la capacidad defensiva de todos los equipos. Son muy buenos atacando el aro, pero esto puede cambiar cuando se encuentren con una defensa sólida como la de los Knicks o los Sixers, y si no defienden bien en respuesta, estarán en problemas. 

Hablemos del coach. Fue una gran bomba la noticia de que Steve Nash, el legendario base de los Phoenix Suns y dos veces MVP, sería el head coach de este equipo. Muchos pensamos que alguien como Nash, un hombre experimentado y de prestigio en la liga, podría controlar a estas grandes y costosas estrellas y evitar así un duelo de egos en la cancha, además de que ya tenía un acercamiento con Durant en los Warriors cuando hizo parte del cuerpo técnico. Pero, este es el primer año de Nash como head coach, y no sabemos si será capaz de organizar al equipo en los momentos difíciles y de responder a las jugadas organizadas por entrenadores experimentados como Erik Spoalstra del Miami Heat o Doc Rivers de los Sixers. Hasta el momento lo ha hecho bien, pero sabemos que la temporada regular no se compara a los playoffs, donde perder un partido es estar un paso más cerca de la eliminación y la presión es inigualable.

Otra duda que me genera este equipo es la posición de pívot. No es secreto que DeAndre Jordan no ha estado a la altura de las expectativas y que ha tenido que compartir esta posición con Nicolas Claxton y Blake Griffin, siendo ambos ala-pívots, pero no pivots innatos. Ante este problema, los Nets abrieron nuevamente la chequera para contratar a otra estrella: LaMarcus Aldridge. Con este pívot recién llegado de los San Antonio Spurs, Brooklyn pretendía solucionar sus problemas de defensa y de alguien que ocupara la posición de pívot. Lo que nadie se esperaba y que ni siquiera el dinero pudo evitar, es que Aldridge terminaría retirándose luego de cinco partidos por problemas cardíacos. La pregunta ahora es si entre Jordan, Claxton y Griffin serán capaces de jugar a la par de pívots innatos y bestias del juego interior como Rudy Gobert del Jazz, Andre Drummond de los Lakers y muchos otros para ser campeones.

El último punto que creo puede dificultar a los Nets su anhelada victoria es la química entre sus principales jugadores. No estoy diciendo que no la haya. De hecho, en los partidos en los que Durant, Irving y Harden han estado presentes en la duela, han demostrado un gran trabajo de equipo que los ha llevado a ganar partidos. Sin embargo, debido a las lesiones no han jugado suficientes partidos juntos los tres, y esto me lleva a cuestionarme si han generado la química suficiente para conquistar la postemporada y trabajar juntos en los momentos difíciles para ganar a pesar de las adversidades.

El comienzo de los playoffs deja un buen sabor de boca para el equipo de Brooklyn, pues tomaron la ventaja en la serie luego de lograr la victoria anoche contra los Boston Celtics, por lo que pareciera que todo va en buena dirección. Pero a pesar de que una victoria es una victoria, debemos reconocer que los Celtics de anoche no estaban en las mejores condiciones, pues no contaban con Jaylen Brown, una de sus principales estrellas, y la posición de pívot se ha visto debilitada luego que el alemán Daniel Theis fuera enviado en un traspaso a Chicago Bulls. Estos Celtics claramente no son lo que solían ser hace unas cuantas semanas, y llama la atención sobre esto el hecho que a los Nets, a pesar de la precaria situación de sus oponentes, les tomó unos buenos minutos tomar la delantera. Esto hace que uno se pregunte qué podría pasar ante un equipo mucho más sólido.

La existencia de estos problemas ya mencionados son la prueba de que no basta un amplio presupuesto para convertir a un equipo en campeón de la mejor liga de baloncesto del planeta. De hecho, ya hemos visto a súper equipos, de los cuales se esperaba mucho, terminar fracasando. Tal es el caso de los Rockets de Pippen, Olajuwon y Barkley; de los Clippers de Kawhi Leonard y Paul George e incluso de los mismos Brooklyn Nets, que ya habían formado antes un súper equipo con Paul Pierce y Kevin Garnett. Finalmente, espero que el lector no crea que quiero que los Nets no ganen, al contrario, nada me haría más feliz que ver campeones a jugadores como James Harden y Blake Griffin que hace tiempo buscan formar parte de ese selecto grupo de leyendas que serán recordados en la historia de la liga como campeones, acompañando a grandes figuras como Michael Jordan o Kobe Bryant. Lo único que quiero que el lector se lleve de este texto es que, para alcanzar la gloria en la NBA, el dinero no lo es todo. 

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